El Fin del Mundo

Cuando me subí al autobús esta mañana venía repleto. No cabía un alfiler. Odio cuando mi asiento está ocupado… soy una mujer de costumbres y me gusta ir siempre en MI ASIENTO… así que tendré que ponerle mi nombre, bien grande… para que se vea bien… y todos sepan que es MIOOOOOOO!!!!

Pues como iba diciendo… no cabía un alfiler, pero al final conseguí sentarme (es fundamental para poder leer el periódico). Le eché un vistazo rápido, me gusta saber qué es lo que me voy a encontrar antes de profundizar: manifestaciones contra la nueva ley laboral, la deuda de la sanidad pública… bancos españoles que compran deuda extranjera… el político de turno aprovechando el “momento-foto”… y en ese momento SUSPIRÉ.

Me gusta sentir cómo mis pulmones se llenan de aire nuevo cargado de oxígeno, incluso si cierro los ojos puedo llegar a sentir como viaja a través de mis venas por todos los rincones de mi cuerpo, causa un efecto renovador en mí que cuando vuelvo de ese estado todo problema parece banal e insignificante.

Estaba soltando mi último soplo de aire cuando sentí que alguien me miraba. Me sentí un poco idiota, no me atrevía a levantar la mirada… ¡¡¡Voy a tener que comprar un autobús para mí solaaaa!!! Es que no se puede tener intimidad en un autobús abarrotado????

Volví a suspirar y me armé de valor para encontrarme con el dueño de la mirada que me cruzaba. Era un señor mayor (creíais que era un tío guapo, eh?? Pues no!!! No tengo tanta suerte!). Pero tenía la mirada más dulce y encantadora… Me dijo: “Dime, ojitos azules, sabes qué está pasando?”. Yo le sonreí, me encogí de hombros y le respondí: “No lo sé”. (No lo sé?? Vaya respuesta le di!! Es que a las 8:00h de la mañana mi fluidez verbal brilla por su ausencia…).

En las últimas horas del día, con la sabiduría que se adquiere cuando el problema planteado ya tiene unas horas, puedo decir que claro que sé lo que está pasando!!: EL SER HUMANO HA LLEGADO AL ESTADO SUPREMO DE IMBECILIDAD! No sabemos ni tirarnos un pedo por nuestra cuenta, y perdón por la ordinariez. Y sabéis qué?? También sé cómo acabará el mundo. Este mundo no se acabará por una bomba atómica, ni tampoco por un cambio climático. Este mundo morirá de risa, de vanidad, haciendo un chiste de todo, y además UN CHISTE MALO!!